Por: Lic. Graciela Porto

¿Por qué los narcisistas necesitan del conflicto?

• Por su crónico sentimiento de vacío y aburrimiento. Esto es el resultado en parte de una desconexión respecto a sus propias emociones. El conflicto es una manera entonces de llenar ese vacío y sentirse “vivos”.
• Porque son muy susceptibles. Detrás de un aparente sentido de superioridad hay un fuerte sentimiento de inadecuación. Por esta razón, se sienten fácilmente humillados, devaluados y criticados. Tienen una tendencia a personalizar (“me lo está haciendo a mí”) como así también una enorme necesidad de sentirse respetados.
• Para reafirmar su sentido de poder e importancia. Necesitan sentirse superiores, para lo cual deben devaluar a los otros señalando fallas y errores.
• Para ser el centro de atención aunque sea negativa. Al entrar en conflicto con ellos se sienten importantes y con control sobre los otros.
• Para liberar tensiones.

¿Cómo articulan el conflicto?

Muchas veces los narcisistas provocan a sus víctimas. Saben qué comentarios o temas pueden hacerte “explotar”. En definitiva quieren que discutas con ellos. Otras veces su falta de empatía hace que digan cosas hirientes. Asimismo, la triangulación es otra forma de generar conflicto. El narcisista puede triangular o bien comparándote con un tercero (por ejemplo, una madre narcisista puede comparar a un hijo con su hermano), o bien criticándote con un tercero (esta misma madre puede criticar a unos de sus hijos y buscar apoyo para sus críticas en otro de sus hijos).

En cualquier caso, una vez que muerdes la carnada fácilmente te vas a ver arrastrado a una crisis emocional, la cual va a drenar tu energía dejándote exhausto, lastimado y avergonzado.

¿Discutir con un narcisista? ¿Sí o no?

Vamos a decirlo claramente: discutir con un narcisista es una batalla perdida. El narcisista nunca va a poder ver la situación desde tu perspectiva. En muchos casos se cree sus propias mentiras y entonces pueden negar hechos que sucedieron o dar por sucedido algo que nunca ocurrió. Además, no pueden admitir que se equivocaron porque hacerlo implicaría entrar en conflicto con la imagen de perfección que se esfuerzan en mantener y esto dejaría en evidencia su enorme fragilidad interna. Los narcisistas tampoco pueden pedir disculpas porque no experimentan la culpa.

¿Qué hacer?

Aceptación radical: se trata de aceptar que la persona narcisista no va a cambiar porque tiene limitaciones que se lo impiden y que discutir entonces es completamente inútil. Y no solo eso, es potencialmente dañino para nuestra salud física y mental.

Aceptar esto implica no defenderse, no explicar y no personalizar. Hacer cualquiera de estas cosas es “morder la carnada” y “entrar en el juego”. Entonces

• Si podés retirarte, hacelo. Podés decir simplemente: “no voy a continuar con esta conversación”.
• Si no podes, intenta utilizar la técnica de la “piedra gris”. Se trata de permanecer desapegado de la conversación dando respuestas cortas, neutrales e impersonales. Se trata de proteger nuestra parte más vulnerable, más auténtica y más sagrada. Si nos exponemos, podemos salir muy lastimados. Tenemos que entender que ese aspecto nuestro no puede ser compartido con este tipo de personas. En este sentido, tenemos que aceptar que el único tipo de vínculo “sano” con un narcisista es del tipo superficial.